FIGURAS RETÓRICAS

Cuando analizamos una obra literaria, estudiamos la forma en que se expresan las historias, sentimientos e ideas que el autor nos presenta en un texto. Personalmente no considero que lo sustancial sea retener una lista de términos técnicos sin ser capaz de darles sentido. Esto significa que es útil manejar una palabra técnica si sabemos qué importancia adquiere dentro de la obra el uso del recurso literario que designa.  Por ejemplo acabo de enterarme que la grafopeya o descripción física de un personaje también es llamada prosopografía. En cuatro años de carrera en el Instituto de Profesores Artigas no había escuchado la palabra y tampoco en algunos cursos de Humanidades ¿Por qué? Dudo que haya sido por distracción. Sucede que las terminologías manejadas por distintos autores pueden tener variantes.

Ahora, mientras ustedes sean capaces de explicar a qué se refieren con los términos que utilizan y estos realmente existan, lo que más me preocupa es que los comprendan y puedan deducir qué función cumple la presencia o no de esta figura retórica,  por ejemplo de la grafopeya, prosopografía o descripción física, en un texto. Evidentemente si ese texto me aporta solo algún dato suelto al respecto es o bien porque el punto no es relevante para lo que se cuenta o que se desea generar misterio en torno al mismo. Si ustedes logran percibir esos mecanismos es porque se van convirtiendo en lectores más finos y, si consiguen explicarlos, lograrán un buen desempeño más allá de si recuerdan el término exacto que designa al concepto.

Haciendo esta salvedad, les proporciono a continuación un “Diccionario breve de figuras retóricas” elaborado por la Prof. Silvia Sabaj en formato pdf para que lo puedan descargar. Vayan leyendo.

¡Tienen para entretenerse!